La forma convencional de alimentación de carbón es la del método volumétrico. Este método permite inexactitudes en cuanto a la cantidad de carbón que se entrega puesto que no tiene en cuenta el espacio vacío entre los trozos de carbón. Esta irregularidad en la masa real de carbón alimentada a los trituradores y pulverizadores puede afectar la combustión, lo cual a su vez implica mayor NOx, corrosión de las paredes del hogar, entre otros. Los alimentadores gravimétricos son más exactos y permiten llevar un registro constante del carbón utilizado para combustión en tiempo real.
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