Las calderas, presentan pérdidas energéticas en varias formas. Exceso de aire más allá del normal para el tipo de combustión, excesivas temperaturas en los gases de chimenea, pérdidas por radiación, pérdidas por escapes de vapor, escapes de condensados, venteos o drenajes, así como pérdidas por combustible no quemado que llamamos inquemados. En el caso de las calderas que queman carbón, una pérdida importante pueden ser los inquemados, que terminan acomulados con las cenizas en las tolvas de los precipitadores electrostaticos. El monitoreo manual, llevando a laboratorio una o dos veces al día una muestra de inquemados, extraída de las tolvas, no permite realizar ajustes rápidos y por lo tanto eficaces que minimicen estas pérdidas. El monitoreo automático continuo es la solución más adecuada. |
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A diferencia de otros sistemas para monitoreo de inquemados en linea, este mide directamente los inquemados de la misma forma que se miden en el laboratorio, es decir, sublimando el carbón inquemado, para comparar los pesos antes y después de la sublimación.
Otros sistemas miden la energía que absorbe la ceniza mientras que es irradiada por microondas o luz infraroja. Estos sistemas presentan serias limitaciones en precisión, confiabilidad y mantenimiento. |
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